1990. PRIMEROS PASOS I

CREACIÓN DE LA ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA

Francisco José Senra Lazo

PREÁMBULO

Ahora que todavía puedo, quiero contar la génesis de la creación de la Orquesta Sinfónica de Sevilla. Haré uso de mi memoria y la de mis más cercanos colaboradores, especialmente la de José Manuel Delgado Rodríguez (JMDR), Director Técnico de la Orquesta de Sevilla desde sus comienzos. Él aportará datos a mis olvidos y a las experiencias personales en las que yo no participé. Irán en cursiva.

Solo pondré los nombres y apellidos de las personas que honestamente colaboraron en ello o de aquellas que ocupaban cargos públicos y fueron determinantes para la puesta en marcha de este proyecto como de su mantenimiento. Omitiré las de aquellas que antepusieron intereses espurios, según mi criterio, desde cualquier lugar.

Los errores son no intencionados y los olvidos indeseados. Y las anécdotas de mayor o menor frivolidad que se incluyen son especias que se incorporan para sazonar algo este ladrillo literario.

Siendo funcionario del Estado por oposición desde 1977, el 22 de julio de 1983 pasé a desempeñar la jefatura de la sección de Música y Danza en la Consejería de Cultura (CC) de la Junta de Andalucía (JA).

Habida cuenta que en el Programa Electoral del PSOE-A para las Elecciones al Parlamento de Andalucía celebradas el 23 de mayo de 1982 se contemplaba la creación de la Orquesta Sinfónica de Andalucía, nos pusimos a trabajar en el estudio de ella.

La única orquesta regional española era la de Euskadi y procedimos a su estudio, aunque era evidente que este modelo no era aplicable a Andalucía por motivos geográficos. La gran dimensión de nuestra Comunidad mostró la enorme dificultad de que una sola orquesta pudiese atender a la mayoría de, al menos, las capitales de provincia con unas temporadas dignas y se pasó a la hipótesis de dos orquestas con sede en Málaga y Sevilla, dados sus antecedentes orquestales. Ello facilitaría la idea de los gestores políticos que querían orquestas que atendieran a todo el territorio. Esta idea se fue aparcando progresivamente. Aún más, avanzados los años, con el paso adelante que dio Córdoba al transformar la Banda Municipal en una Orquesta Clásica. Durante la transición de una a otra era conocida en los medios musicales como la “orquestanda” de Córdoba, hasta que pudo desprenderse de esa rémora. Además, Granada también alcanzó el establecimiento de otra Orquesta con plantilla de corte similar. Finalmente se pasó de aquella idea primigenia de la Orquesta Sinfónica de Andalucía a cuatro orquestas participadas al 50% por la junta de Andalucía y los respectivos Ayuntamientos.

Lo cierto es que en 1983 solo existían en Andalucía dos orquestas, en Málaga y Sevilla que proporcionaban sendas temporadas de un discreto número de conciertos y compuesta por músicos con dedicación parcial ya que la principal lo era como profesores de bandas municipales y militares o de conservatorios o en otras ocupaciones, siendo la música en estos últimos una afición.

En Málaga era la Orquesta Ciudad de Málaga y en Sevilla la Orquesta Bética Filarmónica (OBF). Esta sobrevivía a través de los fondos públicos gestionados por el Patronato Municipal de Música Joaquín Turina.

En 1988 yo desempeñaba la jefatura de servicio de Música, Teatro y Cine. Hasta ese momento no se había dejado de trabajar en el estudio de lo que debía ser el contenido de agrupaciones sinfónicas en Andalucía. Pero fue en este año cuando se dio el paso del encargo de un estudio externo de carácter técnico, jurídico y económico de lo que podría ser una orquesta con participación de la Junta de Andalucía. Lo llevaron a cabo JMDR, músico, que había desempeñado el cargo de Gerente de la Bética Filarmónica; Federico Sánchez de Velasco, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Sevilla y especialista en Empresas Públicas y José Ramón Álvarez de Toledo (JRAT), Licenciado en Económicas y funcionario al servicio de la Consejería de Obras Públicas.

En el último trimestre de 1989, José Rodríguez de la Borbolla (JRB), Presidente de la JA y Javier Torres Vela (JTV), Consejero de Cultura acuerdan la creación de la Orquesta en Sevilla. Esta decisión es comunicada a Pedro Navarro Imberlón (PNI), Director General de Promoción Cultural, que era mi jefe directo y que me dijo que la aprobación por parte del presidente se hizo una noche en la vivienda de este a la que había acudido el Consejero de Cultura para presentarle la propuesta. Se decidió también que debía ser presentada al público antes del final de 1990.

PNI me pide que le presente una terna de posibles candidatos, lo que hice tras unos días de reflexión y consultas. Al presentar la terna expresé mi gran interés en liderar el proyecto, solicitando se hiciera llegar al consejero mi ofrecimiento. Tras los oportunos debates, en los que no participé, se me comunica que se me ha elegido para ello.

1990. EL AÑO DE LA FORMACIÓN

Tras los preceptivos trámites administrativos, me conceden una excedencia de tipo B por la que conservo mi condición de funcionario de la Junta de Andalucía aunque sin reserva del puesto que venía ocupando. Podría estar el tiempo que quisiera en la Orquesta pero a mi posible regreso a la Administración Pública, perdería los privilegios de los que  estaba disfrutando como jefe de servicio.

El 1 de marzo me contrata PAPSA (Productora de Programas, S. A) empresa pública creada para ejecutar actividades de índole cultural ya fueran exposiciones, subvenciones a producciones audiovisuales, espectáculos, etc.

Como soy la única persona incorporada a la creación de la orquesta, empiezo a trabajar en mi hogara, con mi teléfono privado y mi ordenador de 8Mhz, disco duro de 20Mb y monitor de fósforo verde en mi mesa camilla. Para los más jóvenes he de mencionar que en aquellos días no existía en nuestro país un acceso popular a Internet ni a teléfonos móviles.

Lo primero que he de hacer es crear un grupo de colaboradores. Necesito a JMDR que inicialmente se muestra reticente ante las complicaciones derivadas de la falta de garantías de la financiación y las complicaciones administrativas. Pero rápidamente se anima pues no en vano llevábamos más de una década amasando la idea de la necesidad de que en nuestra ciudad existiera una orquesta profesional, estable y con una programación extensa y ahora teníamos la oportunidad de hacer realidad este proyecto. Él se encargaría de la Dirección Técnica y como primer objetivo la propuesta de un director artístico y titular. José Manuel había sido el primer y único gerente en la historia de la OBF y ello le había introducido en el mundo de las Agencias Artísticas y la producción de conciertos. Además, entre otras habilidades y conocimientos, era profesor de música y compositor.

Otro pilar era una persona que llevara el control económico y administrativo. Esa persona fue una compañera de la Consejería de Cultura de la que conocía perfectamente sus virtudes como funcionaria y su categoría humana. Por si fuera poco tenía el título superior de piano y era una gran amante de la Música: Rosa Quintana Zaragoza (RQZ)

Y por último, pero no menos imprescindible, un letrado que comenzara a tejer las necesidades jurídicas con las que se había que trabajar: Rafael María Soto Yáñez (RMSY). Su primer encargo fue redactar un documento, al que se nos ocurrió llamarle Protocolo de Intenciones, donde quedasen recogidos los compromisos de la Junta y el Ayuntamiento para con la Orquesta. De paso preparó el de Sevilla y el de Málaga.

Cuando fuimos más de uno, ocupamos provisionalmente unos despachos en la sede de PAPSA, en la calle Julio César, mientras se iniciaba la búsqueda de unas oficinas independientes.

En este mes de marzo se avanzó bastante pues el día 23 se firmaron los sendos Protocolos en la sede de la presidencia de la JA, en el palacio de la calle Monsalves, entre el Consejero de Cultura y los alcaldes de Málaga y Sevilla, en presencia del presidente de la institución.

En nuestro particular diseño de la nueva orquesta, se tenía claro que deseábamos contar con un director conocido en Sevilla por su buen trabajo con la OBF para ponerlo al frente de este proyecto: el croata Vjekoslav Šutej (VŠ) (1951-2009) que en aquellos momentos era director musical de la Ópera de Houston y del teatro de La Fenice en Venecia. Así que hasta la ciudad italiana se desplazó JMDR para exponerle el proyecto que se iniciaba y por el que el director muestra interés.

Le comunico a los dirigentes de la CC nuestra propuesta. Como respuesta recibo indicaciones: que debo hacer el mismo ofrecimiento a Edmon Colomer, responsable de la puesta en marcha de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) y a Víctor Pablo Pérez, director entonces de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Uno de los nombres procedía de una propuesta del Ayuntamiento y el otro de la JA.

Visité a ambos. Al primero en Oviedo y al segundo en Cagliari. Ambos agradecieron la invitación pero declinaron la oferta pues estaban embarcados en otros proyectos profesionales.

Me contaron que durante este proceso se mantuvieron diversos encuentros con asesores y aspirantes a la dirección musical de la Orquesta. Un curioso personaje ofreció su diseño de una formación sinfónica en la que los vientos debían estar en primera línea, en mayor cercanía a los espectadores, y la cuerda detrás “pues el número de estos músicos era muy superior al de los otros”… Para abundar en sus conocimientos orquestales, indicó que se debía contar con un violín 1º (refiriéndose al Concertino) y veintitantos violines 2º (así llamaba a los tuttis de violines 1º)… Me ahorro comentarios y su nombre.

Šutej, al que todos llamábamos Gigi (sobrenombre que él adoptaba porque una de sus abuelas era italiana y así quería ser llamado) visita Sevilla en mayo para mantener reuniones con los responsables políticos. Dice que aceptaría el encargo artístico de la formación de la Orquesta si se le deja libertad absoluta en la elección de los músicos sin interferencias políticas. Se acepta y se acuerdan las condiciones económicas. Ya tenemos Director Artístico y Titular.

En abril se habían incorporado oficialmente JMDR y RQZ.

Alquilamos unas dependencias para las oficinas en la calle Cerrajería, en el nº 10 2º izqda., y se van contratado a nuevas personas con dedicación plena y a asesores: Pilar García Janer (PGJ) como secretaria de la Dirección Técnica; María Jesús Ruiz de la Rosa (MJRR) como secretaria de dirección; María José León Velasco (MJLV) como administrativa de Personal (hoy de Recursos Humanos); Juan Carlos Moreno Peña (JCMP), Relaciones Externas, Félix Sánchez Gómez (FSG), como Asesor Informático, puesto ocupado posteriormente por Carlos Algarín Vélez (CAV); Mercedes Ieroncig Vargas (MIV), oficial de Contabilidad; Ana Macías Santos (AMS), oficial de Administración; Juana Mª Durán Pérez (JDP), como Archivera (Musical); Rafael Gómez Álvarez (RGA), como Ayudante de Producción; María Vera López (MVL), como Inspectora; Luisa Casto Soriano (LCS), Ayudante de Inspección; Begoña Orta Arce (BOA), Auxiliar de Relaciones Externas. Como Asesor Contable se contó con JRAT. Para las pruebas en Sevilla se reforzó el área de Personal con la letrada Luisa Roldán y se contrataron a varios colaboradores. Uno de ellos se mantuvo en plantilla como Auxiliar de Archivo (Musical): José López Fernández (JLF). Sería después cuando se contrataron a los Atrileros: Antonio Vázquez (AV) (que venía haciendo esas funciones con la OBF) y Felipe Muñoz Muñoz (FMM). Poco más adelante Vázquez quedó como jefe de atrileros y se amplió la plantilla con Manuel José López Moreno, Manu (MJLM)

SEGUIMOS

Las tareas a realizar, por resumir, eran todas. Menos que a primeros de marzo pero aún quedaba: la forma jurídica societaria, la selección de músicos, la compra de instrumentos, la sala de ensayos, la programación de la primera temporada, la imagen corporativa…

Preparo un primer diagrama de PERT https://asana.com/es/resources/pert-chart  que nos ayude a ver el orden de acciones y el camino crítico, aunque había muchas que tenían que avanzar de forma paralela. Ello nos obligaba a jornadas prolongadas de trabajo y a unas pocas horas, nunca un día completo, de descanso semanales.

Desde el destino que había desempeñado en la CC, había colaborado en primera persona en la constitución del Centro Andaluz de Teatro (CAT) como una Sociedad Anónima de capital público. Elegimos esa fórmula y se creó Orquesta de Sevilla, S.A. como entidad gestora de la Orquesta, participada al 50% por el AS y la JA. No quedaría constituida hasta el 10 de septiembre. Después se procedería al registro de marcas y patentes.

Mientras que no tuvimos personalidad jurídica propia, estábamos considerados como un Programa de entre los de PAPSA. Todas nuestras actividades y gastos, las realizaba esta empresa pública, mediante la transferencia de fondos para estos fines desde la Junta de Andalucía.

LA CONVOCATORIA DE LAS PRUEBAS DE SELECCIÓN Y SU PUBLICITACIÓN

En 1990 no disponíamos de Internet ni de teléfonos móviles, ya lo he dicho. El fax era la tecnología más avanzada, aunque con papel térmico de esos en los que la impresión se borraba con el paso del tiempo tal como sigue ocurriendo con los tiques de compra de muchos comercios.

La ofimática tenía un hardware de reducidas prestaciones y los paquetes de aplicaciones eran complejos en su uso a falta de los sistemas operativos Windows posteriores. Nuestro asesor informático programaba en el equipo más potente haciendo uso del sistema operativo Unix. La impresora que se utilizó en los primeros momentos era la mía particular matricial.

Todo este mundo pre tecnológico obligaba a publicitar las convocatorias de las pruebas de selección mediante anuncios en la revista alemana especializada Das Orchester que cerraba la edición con bastante antelación a su publicación (creo recordar que 45 días). Esta revista impresa era la que a nivel mundial difundía el mayor número de ofertas de trabajo para músicos de orquesta. Hoy en día tiene formato digital http://www.dasorchester.de/en_UK/index.html y una extensión en https://www.music-job.com/ que es la plataforma de ofertas.

Se trataba de cubrir las 97 plazas de instrumentistas que era la plantilla diseñada por Gigi: 16 violines primeros, 15 segundos, 12 violas, 11 violonchelos y 8 contrabajos componían la sección de cuerda: 62 músicos. Los vientos madera a 4, lo que suponían 16 músicos. 5 trompas, 4 trompetas, 4 trombones y 1 tuba, eran los 14 músicos de la sección de metal. 1 arpa, 1  timbalero y 3 percusionistas completaba esa plantilla. El teclista, para piano, celesta u órgano se contrataría por programa, cuando su presencia fuera imprescindible.

EL TRIBUNAL Y ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS FAVORABLES

De acuerdo con Gigi, en Sevilla tomamos la decisión de no exigir titulación académica alguna: si un músico superaba las pruebas ¿Qué importaba si tenía títulos o no?

JMDR visita la ONE, la orquesta de la RTVE, la de Euskadi y la de Bilbao para ver como ellas hacían las convocatorias (entonces había muy pocas orquestas, quizás solamente Barcelona y Tenerife faltaron por visitar) En la primera de ellas le dicen que estamos locos sin no pensamos exigir la titulación académica a los aspirantes

Viajan JMDR y MJRR a Londres para entrevistarse con la agencia McMilman. Con ellos se acuerda que aporten a un especialista por cada instrumento de la plantilla de la orquesta para integrarse en el tribunal seleccionador de aspirantes en Sevilla. Si la memoria no me falla, cosa improbable, creo que todos ellos eran profesores de la Royal Academy of Music de Londres. Algo similar se había ya realizado en España en búsqueda de independencia y objetividad de criterio por Enrique Rojas.

Las primeras pruebas de selección tendrían lugar en nuestra ciudad durante todo el mes de agosto. Y se dieron algunas circunstancias afortunadas para nuestros objetivos. Me referiré a tres.

En 1989 se produjo la caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS. Esto relajó las medidas estrictas del régimen soviético en Rusia y sus países satélites que impedía la salida de sus ciudadanos para buscar puestos de trabajo más allá de sus fronteras.

En 1990 actuaron en el Teatro Monumental de Madrid la formación Los Solistas del Bolshoi, el afamado teatro de Moscú. Los músicos preguntaron si había alguna oferta para trabajar en España y Luis Izquierdo, activo profesor del Conservatorio Superior de Música de Sevilla y director de la OBF pero posteriormente catedrático del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, les dijo que en Sevilla se estaba creando una orquesta y les facilitó una solicitud de participación en las pruebas de selección. A los pocos días nuestro fax comenzó a expulsar 13 solicitudes de músicos rusos que deseaban participar en ellas. El problema era que no podían desplazarse a Sevilla en las fechas marcadas y solicitaban que se hicieran las pruebas en Moscú. Más adelante hablaremos de ello.

La otra fue la participación de la Orquesta Sinfónica de RTV de Rumanía en el VIII Festival Internacional de Música Ciudad de Ayamonte que organizaba en La Jabonería el pintor y entusiasta melómano Florencio Aguilera, y que se celebraría entre los días 16 al 24 de agosto de 1990. Eso facilitó la presencia de buenos músicos rumanos que se desplazaron desde Ayamonte a Sevilla para participar en las pruebas.

Pero esta mejora de las condiciones en la movilidad de sus músicos no impidió que las autoridades españolas no mantuvieran sus normas para la entrada de ciudadanos extranjeros en nuestro país. Teníamos que tramitar invitaciones a los aspirantes a través de la Subdelegación del Gobierno y el Cuerpo de la Policía Nacional y la participación de los consulados de España en los países de procedencia de los músicos si estos residían fuera de la Unión Europea. Una vez aprobadas las pruebas, a estos músicos había que tramitar un contrato de trabajo acogido a las excepcionalidades de personal artístico, de forma parecida al proceso de contratación de futbolistas.

Encontramos una colaboración exquisita en los funcionarios encargados de estos trámites en Sevilla y un apoyo del distinguido diplomático almeriense Inocencio (Chencho) Arias Llamas. Pero los plazos nos comían y se seguía trabajando a destajo.

LASELECCIÓN DE MÚSICOS

En nuestra opinión, debíamos contratar a los mejores músicos que pudiéremos conseguir por el salario que se les ofrecía, independientemente de su nacionalidad o estudios.

Pero en la ciudad hay voces discordantes que exigen que el 50% de los  músicos tenían que ser españoles y la mitad de ellos de Sevilla. Esta era la posición, entre otros, de UGT transmitida por una militante que hablaba en nombre del sindicato.

Se llegó a “imponer” la presencia de un músico español como miembro del tribunal. Propusieron que para los instrumentos de Cuerda fuera José María Redondo Márquez, catedrático de violonchelo, y para los de viento Miguel Quirós Parejo, profesor especial de oboe. Ambos andaluces y bien conocidos y respetados en nuestra ciudad, por sus labores de enseñantes y miembros de la OBF. Finalmente el tribunal que juzgaría a los aspirantes en Sevilla quedaría compuesto por Gigi, un profesor inglés y un músico andaluz. JMDR actuó de secretario con voz y sin voto.

En medio de todo esto se producen elecciones al Parlamento de la JA el 23 de junio. Triunfa de nuevo el PSOE-A, siendo el nuevo presidente Manuel Chaves González y nombrado como Consejero de Cultura Juan Manuel Suárez Japón, que mantiene en su equipo a PNI.

Por si fuera poco, aparecen nuevos dirigentes en la JA.

El 26 de mayo de 1991, se celebraron las elecciones al Ayuntamiento de Sevilla. Tras un acuerdo de coalición entre el Partido Andalucista y el Partido Popular, alcanza la Alcaldía el candidato del primero de ellos, Alejandro Rojas Marcos.

AUDICIONES EN SEVILLA

Durante el mes de agosto, con la fresquita, se realizaron audiciones de entre 1500 y 2000 músicos (espero obtener el número exacto). Las pruebas tuvieron lugar en el Conservatorio Superior de Música en la calle Jesús del Gran Poder. Se pagó un canon por el uso del Salón de Actos y, para evitar alguna suspicacia y por si pudiese haber alguna reclamación, se grabaron todas las pruebas en VHS. Las imágenes podían ser observadas por cualquier persona a través de un monitor instalado en el patio del Conservatorio. Dentro de la sala, solo estaban el examinando, el pianista acompañante, el tribunal y los técnicos de imagen y sonido. Las primeras en realizarse fueron las de Percusión y las últimas las de violín.

JMDR. A las pruebas se presenta un “trombonista” de Córdoba que no sólo no daba una, sino que con la parte de atrás del trombón le daba porrazos al órgano del Conservatorio. Le pregunta Gigi cuánto tiempo lleva tocando el trombón. Le contesta que un mes más o menos porque él en realidad es guitarrista.

El aspirante a viola Pedro Romero, de nacionalidad colombiana, nos cuenta que ha tenido que vender su auto para poder pagarse el pasaje desde Colombia. A los padres de Nuria Leyva Muñoz le abrieron el auto que lo tenían aparcado en la Alameda. La matrícula de Granada fue un estímulo para los ladrones. Afortunadamente ambos lograron plaza. Una noche, después de las 10 seguíamos trabajando, como casi todos los días. Había sido el día de las pruebas para oboe y no había sido seleccionado ningún aspirante. Suena el teléfono y la representante de UGT me espeta:

—¿No hay ningún oboe con calidad suficiente para esa Orquesta?

—Yo no estoy en el tribunal. Debería preguntárselo al miembro nombrado por ustedes que, además, es oboísta…

JMDR. Los pianistas acompañantes eran profesores del Conservatorio y quitando a Jesús Gómez, los demás fueron bastante deficientes a pesar de cobrar  100.000 pesetas diarias, vamos un pastón.

Manuel Castillo que públicamente había mantenido una posición respetuosa, prudente se podría añadir, con todo el proceso, nos dijo un día de aquellos a JMDR y a mí, en el patio del Conservatorio en un aparte, tras asistir a algunas de las pruebas

—Seguid así que lo estáis haciendo muy bien.

No habíamos recibido hasta ese momento ningún apoyo público al proyecto, ni lo recibiríamos hasta el día del primer concierto el 10 de enero de 1991, que yo supiese.
Constataba dos posiciones en la sociedad musical sevillana: o la clara y beligerante de muchos de los componentes de la OBF, a la que se sumaban otras instituciones musicales, o la tibia y prudentísima de quienes no se atrevían a manifestarse por si el proyecto fracasaba.
Un músico amigo, me dijo una mañana:
—O vas a salir a hombros o te vas a tener que ir de Sevilla de noche.
Ninguno de esos dos finales sucedieron. Pero nuestro trabajo, merecería la salida por la puerta del Príncipe, como los hechos demostrarían.
Las palabras de Castillo, aunque fueran en privado, eran las primeras de apoyo a nuestro trabajo y objetivos, tras cinco meses de quejas y comentarios poco felices de colectivos locales que se sentían perjudicados.

AUDICIONES EN LONDRES, MOSCÚ, SOFIA, NUEVA YORK, HOUSTON, VALENCIA…

Londres. Octubre.

Las audiciones en Londres fueron organizadas por la misma empresa que nos ayudó en Sevilla, solo que allí se encargaron de todo: de la convocatoria, del salón para las pruebas y del pianista acompañante.

Hasta allí nos habíamos desplazado Gigi, JMDR y yo. En mi caso solo para los pagos y otros asuntos administrativos. Tras las pruebas de más de diez horas y la admisión de algunos músicos, cenamos en un restaurante chino: ¡que no falte de nada!

Casa donde se realizaron las pruebas en Londres

Interior de la sala de pruebas

Gigi y JMDR. Al fondo los organizadores.

JMDR

Aspirante a timbal

Prueba a Matthew Gibbon

Prueba a Matthew Gibbon

Moscú. Octubre.

Al día siguiente viajamos a Moscú. La primera impresión de la ex URSS fue que los aseos estaban con dos dedos de agua y tuve que entrar sujetando los pantalanes para no mojarlos.

Nos esperaba una persona, que al final resultaría ser una de las instrumentistas seleccionadas (Tamara Bektemirova) que nos llevó en un coche hasta el hotel. Antes siquiera de identificarnos en la recepción sonó el teléfono del mostrador y la empleada le pasó el aparato a Gigi:

—Es para usted.

Resultó ser un médico amigo de Gigi que, extrañado por la inmediata llamada tras nuestro arribo a Moscú, preguntó a su interlocutor que cómo sabía que ya había llegado. Le contestó que apenas un año después de la caída del muro, la KGB seguía siendo muy eficiente.

Para la cena JMDR y yo nos pusimos en la cola de admisión al restaurante del hotel que tenía pinta de pertenecer a un internado. Cuando nos llegó el turno nos ubicaron en una mesa con una pareja de japoneses. El servicio fantástico. El camarero cogía un tenedor del aparador y lo colocaba en la mesa para un comensal. Luego una cuchara y después un cuchillo. Luego le tocó a otro cliente: de nuevo un tenedor, paseo, una cuchara, paseo y el cuchillo. El mismo ritual con unos platos desportillados. La cristalería también lenta y con roturas. La carta estaba en cirílico y a la hora de efectuar la comanda indicamos con el dedo varias especialidades. A la mayoría de ellas el activo camarero nos dijo que Niet (fonética del no en ruso). Después de una espera en las que las quejas de nuestras tripas eran las protagonistas, trajeron una ración de trozos de pescado en salazón que pusieron en mitad de la mesa. JMDR tomó la iniciativa y me animó a mí a secundarle para no quedarnos sin comer. Efectivamente esa ración era para los japoneses que comentaron algo entre ellos mientras miraban el plato invadido. Posteriormente dejaron unos billetes en la mesa y se marcharon. El camarero trajo otra ración, miró para las sillas vacías de los japos, cogió el dinero se encogió de hombros y la dejó para nosotros.

Gigi, que conocía los “protocolos” rusos, pasó por el fondo de la sala acompañado de una amiga y los perdimos de vista. Al día siguiente nos contaría que por una propina al jefe de sala le habían facilitado un reservado donde cenó con caviar y champán sin medida ni decoro aparte de otras exquisiteces. Omito los improperios que le soltamos.

La habitación del hotel contaba con un frigorífico doméstico y pequeño, absolutamente vacío; un también pequeño televisor en color y dos camas de a cuerpo, como no, pequeña con una sábana de petaca y una fina manta. La ausencia de calefacción me obligó a acostarme vestido y utilizar mi abrigo de manta, lo que no evitó los escalofríos. Gigi se quejó a un responsable del hotel del frío que hacía a lo que le contestó que

—¿Frío? Aquí no hace frío.

Allí acabó la reclamación.

En la televisión me encontré con un programa de enseñanza de español, con los participantes en él engalanados con trajes medievales y uno de ellos con gafas y bigote… Hablaban del sonido «ka» y como ejemplo exponían la palabra “queso” y del de la «jota»: «jota», «joven», «juego»…

De una anterior visita de JMDR a Moscú, recordaba la cercanía a la plaza Roja de la Biblioteca Lenin (tras 1991 Biblioteca del Estado Ruso). Con sus elementales conocimientos del cirílico pudimos localizar un autobús que nos llevaba hasta ella. Teníamos la intención de visitar el Mausoleo de Lenin, pegado a los muros del Kremlin. Tuvimos que dejar en una consigna los objetos que llevábamos en las manos y, en especial, la cámara fotográfica.

El monumento imponía por la gran cantidad de vigilancia de cámaras y soldados dentro y fuera de él. Y hete aquí que al ver la momia del líder bolchevique con la mano izquierda extendida y la derecha cerrada para simular el saludo comunista. Esbocé una sonrisa originada por lo que me parecía grotesco y zafio. Me duró un instante y se me congeló en un rictus de congoja de inmediato.

—¡Dios mío!— pensé —¿Me habrán visto los custodios? ¿Terminaré en un gulag?

Hasta que abandoné el recinto pasé uno de los momentos más atemorizados de mi existencia.

Las calles y las gentes de Moscú me parecían tristes y sin esperanzas. Unos jóvenes nos ofrecieron relojes; había multitud de puestecillos con objetos de la URSS: estrellas rojas de 5 puntas, condecoraciones e impedimentas militares pequeñas… En la visita general que hicimos con nuestra guía Marina, se incluyó un Economato reservado para ciudadanos rusos militares. Patético por la falta de objetos para su adquisición aunque mejor dotado que otro mercado que visitamos destinados a rusos de a pie. Ello me ayudó a entender cómo algunos músicos rusos, cuando ya estaban asentados en nuestra ciudad, se paseaban por El Corte Inglés sólo para admirar la oferta que Occidente ofrecía a sus ojos.

Las pruebas se realizaron en una vivienda con vistas al Moscova y al Kremlin. Tenía un piano de cola. Gigi hizo que los violinistas tocaran un concierto de Mozart y algunos fragmentos de solos. Uno de ellos estaba resfriado y, mientras hacía su interpretación, un hilillo de moco descendía desde su nariz hasta el labio superior que era regresado súbitamente a su lugar de origen por una fuerte inspiración nasal mientras que Mozart se mantenía en el aire. Este evento se repitió en varias ocasiones. Omito, por respeto, el nombre del aspirante.

JMDR y Gigi. Al fondo, don Carlos. De piedra

Interior del economato para militares

Vistas desde el lugar de las pruebas

Interior del economato

Y, a mí, me dio migraña. Habían sido unos días frenéticos de viajes, pocas horas de sueño y el frío hotelero. No sé realmente el origen, pero sucedió. La entonces aspirante Nonna Natsvlishvili, me ofreció una infusión, oscura, extraña y con muchos pozos, que tomé con resignación. Después de lo acaecido en el mausoleo de Lenin, ya no le tenía miedo a nada. También me aplicó un masaje shiatsu craneal y creo que dormité un rato. Se pasó.

Gigi seleccionó a la violonchelista, a todos los violinistas, al viola (que le pareció magnífico) y descartó al trompeta. Bueno, a todos los violinistas no. Al mayor de ellos no lo aceptó, pero una pequeña rebelión de los demás le hizo recapacitar. Se trataba del líder de Los Solistas que ejercía una importante autoridad artística sobre los demás y su esposa sí había sido seleccionada. Tras una pequeña deliberación y reflexión, se propuso para su contratación. Posteriormente Gigi se alegraría de su decisión. Lamentablemente el viola no se incorporó a la Orquesta.

Por la noche los músicos quisieron celebrar el éxito de las pruebas invitándonos a una cena en un hotel. Se presentaron con bolsas de plástico que contenían las bebidas espirituosas y el champán ruso. Al intentar entrar en el restaurante de extranjeros el controlador humano de accesos nos lo impidió, al ver que la mayoría eran rusos y nos quería dirigir al restaurante de indígenas. Tras un debate entre uno y los otros, pudimos ingresar en el restaurante de foráneos. Allí había un espectáculo mientras se cenaba. Los músicos me animaban a que tomara brandy por ser bueno, según ellos, para mi migraña.

Al día siguiente regresaríamos a Sevilla. Cinco días enloquecedores.

El espectáculo durante la cena

Moscú. Recuerdos de JMDR.

El hotel se llamaba Belgrado 2. Era obligatorio contratar ese hotel, no había posibilidad de escoger. En aquellas fechas era más caro que lo que costaba una habitación en el mejor hotel de Sevilla, el Alfonso XIII. En la calle hacía mucho frío y en la entrada del hotel había dos puertas entre las cuales había una calefacción fortísima para hacer de muralla térmica. No obstante ese frío, en la calle estaban algunas chicas, (una docena aprox.) muy jóvenes con ropas minúsculas ofreciendo discretamente servicios sexuales. A veces el policía del hotel (un policía auténtico, uniformado de gris) se apiadaba de ellas y les permitía que pasaran la primera puerta y estuvieran un rato en esa zona caliente. Estuvimos esperando un buen tiempo (quizás una hora o más) para poner una conferencia con Sevilla para decir que estábamos bien. En ese tiempo vimos como un individuo salía del ascensor hacia la calle, llamaba a una de las chicas y volvían a subir en el ascensor… y ya no bajaban.

Al día siguiente de nuestra llegada FJSL y yo fuimos por la mañana a la Embajada de España donde teníamos cita con el Sr. Embajador José Cuenca Anaya, hermano del notario con residencia en Sevilla Francisco. No pudimos, por más que lo intentamos, que nos parara uno de los múltiples taxis que pasaban libres. Finalmente un coche particular paró y por señas nos dijo que a donde íbamos. FJSL llevaba la dirección escrita en cirílico, se la enseñó y nos dijo que nos montáramos. Nos llevó a la puerta y por señas nos dijo cuántos rublos era el servicio. No recuerdo cuánto, pero no nos pareció caro o una exageración.

Entramos en la Embajada y nos atendió personal y amablemente el Embajador, al que le contamos el proyecto. Se ofreció a ayudarnos en lo que de él dependiera. Se le entregó, como recuerdo, un ejemplar del libro “Sevilla eterna”.

Yendo de vuelta de la Plaza Roja, donde habíamos quedado citados con Gigi tras visitar el mausoleo de Lenin, vimos escrito en una pared: Welcome to the Spanish Bar. Fuimos allí que era una especie de semisótano. Los que regentaban el bar “español” eran unos cubanos. Comimos un consomé (que era un poco de Avecrem con una gota de aceite nadando en la superficie) y tortilla de patatas (mas parecido a una tortilla rellena de cartón) pero nos tomamos una cerveza San Miguel que nos supo a gloria. Pagó Gigi que nos invitó y le costó un pastón.

Sofia. Noviembre. Recuerdos de JMDR.

Un día recibí una llamada de un Sr. búlgaro que se llamaba Stephanov, creo recordar. Hablaba español perfectamente porque había trabajado en algunas embajadas en Hispanoamérica. Me dijo que tenía músicos y que si nosotros pagábamos nuestro viaje (el de Gigi y el mío) ellos se encargaban del hotel y de organizar la audición. Así lo hicimos. Yo llegué al aeropuerto de Sofia (que merece capítulo aparte) y me puse en una cola, todo el mundo en silencio sepulcral ante la ventanilla con el pasaporte en la mano y los congojos de corbata. Cuando llegué a la ventanilla di el pasaporte y el policía lo cogió en silencio, se levantó y se fue. Me quedé petrificado porque no sabía qué pasaba. Al momento apareció el tal Stephanov, me sacó de la cola, nos saltamos la aduana por la cara porque el andaba por allí como por su casa y en la puerta estaba esperando un coche Mercedes del Ministerio de Asuntos Exteriores, bastante antiguo pero con chófer que me dejó en el hotel donde me estaba esperando Gigi (el hotel merece otro capítulo).

Por la tarde fuimos a una magnífica sala de conciertos y en una de las dependencias empezamos a hacer las pruebas. El tema era que el director de la Orquesta de la ciudad (se puede averiguar el nombre) ponía los músicos y el tal Stephanov como estaba en el Ministerio ponía los visados para que pudieran salir del país. Eran los organizadores. Finalmente escogimos a Madlen Kasavoba, Guenadi contrabajo, Daniela Iolkicheva, arpa y Alexander viola. Por la noche los organizadores con sus respectivas esposas nos llevaron a cenar a Gigi y a mí y después, ya sólo Stephanov, nos llevó a un cabaret.

Al día siguiente salimos de Sofia hasta Zurich. Allí Gigi se marchó a Zagreb y yo a Sevilla pasando por Barcelona. Tardé 15 horas en llegar a mi casa por retrasos en los aviones.

Durante unos meses, los organizadores estuvieron cobrándoles a los músicos una comisión, hasta que vinieron a verme quejándose y les dije que no pagaran más. Tenían miedo, pero lo hicieron y no pasó nada. Lo mismo pasó con los músicos rusos.

New York, Houston, España… Noviembre. Recuerdos de JMDR. 

En Nueva York se hicieron pruebas para selección de músicos que organizó la agencia de Gigi en América. No recuerdo el nombre pues creo que sólo volvimos a trabajar con ellos una vez para traer a Denyce Graves. Las pruebas se hicieron en una sala de ensayos en el Carnegie Hall de Nueva York. No recuerdo a cuantos músicos cogimos pero si recuerdo que fueron pocos, un viola que estuvo unos años y luego se marchó, creo que Stephen Conrad pero no estoy seguro y también una contrabajista, que estuvo poco tiempo en la orquesta. Los compañeros le decían Blancanieves, porque como eran ocho era ella y los otros los siete enanitos…

En una pausa de las pruebas, en frente del Carnegie Hall me comí un bocadillo de salchichón con una cerveza. No daba tiempo a más.

El tiempo se echaba encima y nos faltaban músicos importantes, entre ellos los dos oboes solistas. Gigi hizo una prueba en Houston y escogió a Jill Marchione que fue la única solista de oboe durante dos o tres meses porque Ellen Marsden, inglesa, no podía incorporarse por compromisos con la Royal Philarmonic.

También hizo prueba de flauta solista y escogió a Jim Leyman.

Con respecto al Clarinete Bajo, se escogió a un joven de Carmona, Félix Romero, para segundo clarinete en las pruebas del Conservatorio, con la condición de que estudiara el Clarinete Bajo e hiciera otra prueba. Le prestamos el instrumento y dos o tres meses después , en la sala de reuniones de la oficina de Cerrajería le hice la prueba y lo aprobé.

Ya en noviembre faltaban dos contrabajistas. Fui a Valencia y en una panadería le hice una prueba, porque uno de ellos trabajaba de panadero, y los escogí, aunque uno era bastante flojo… pero eso era ya lo que había. Duró poco. El otro duró algo más pero poco también.

LOS INSTRUMENTOS DE LA ORQUESTA

 Inicialmente los instrumentos que la Orquesta debía comprar, y que no tenían que ser aportados por los músicos, eran los siguientes:

 

1 Piano media cola 1 Celesta
1 Órgano positivo 1 Clave dos teclados
8 Contrabajos 4 cuerdas RUBNER 8 Arcos Contrabajo
8 Sordinas Contrabajo 2 Arpas SALVI, 46 Cuerdas, 7 Pedales Ext. Sol-Do
1 Flauta en Sol TAKEZAWA 1 Flautín en Do TAKEZAWA Sistema Boehm
1 Corno Inglés MARIGAUX Sistema Conservatorio 1 Clarinete Bajo SELMER Modelo 23
1 Requinto SELMER 1 Contrafagot SCHREIBER Sistema Heckel
1 Trompeta en Re 1 Tuba
1 Bombardino 1 Fliscorno
1 Bombo PREMIER Modelo 166 con soporte 1 Juego 4 Timbales PREMIER, afinación cromática a pedal. Diámetros: 57 cm., 64 cm., 71 cm. y 76 cm.
1 Marimba PREMIER Do/Fa, 4 Octavas, Láminas de madera 2 Platos ZILDJAN suspendidos, de 41 cm., con soporte
1 Par de Platos AVEDIS ZILDJIAN de 51 cm. 1 Par de Platos AVEDIS ZILDJIAN de 45 cm.
1 Campanólogo PREMIER 18 Tubos, Do/Fa, con soporte apagador 3 Gongs PAISTE con soporte. Diámetros: 71 cm., 65 cm. y 56 cm.
1 Caja PREMIER Modelo Supersensitiva, con soporte 1 Caja LUDWIG con soporte
1 Lira o Glockenspiel PREMIER, láminas de acero, Sol/Do 1 Carraca de madera
2 Cencerros SEIWA con soporte 1 Caja china ROYAL
1 Pandereta REMO 1 Pandereta parche piel
1 Juego 5 Triángulos ROYAL 1 Juego 4 Toms-Toms
1 Xilófono LUDWIG-MUSSER Modelo 51 Fa/Do 1 Juego Bongoes HONSUY con soporte
1 Guiro LATIN PERCUSSION 1 Juego Tumbadoras CAMPOS de 29 y 22 cm.
1 Vibráfono MUSSER Modelo Century Vibe de 36 notas 2 Timbaletas de 33 y 35 cm.
1 Juego de 5 Temple-Blocks LUDWIG con soporte 1 Par Castañuelas Palosanto, montado en tablero, con regulador
1 Par Claves Palosanto 1 Juego Crótalos con soporte, apagador de pie y caja resonancia
1 Látigo Palosanto 6 Bandejas Percusión

Instrumentos. Recuerdos de JMDR
Para comprar los instrumentos se pidieron cinco presupuestos: Garijo y Real Musical de Madrid, Casa Erviti de San Sebastián, Rivera Mota de Valencia y otra casa que no recuerdo
(Unión Musical Española, de Valencia). También preguntamos en Casa Tejera de Sevilla pero nos dijeron que ellos lo traían todo de Garijo por lo cual era absurdo ofertar. Ofertas en serio sólo hicieron Garijo, que se desplazaron a Sevilla y hablaron conmigo presentando un presupuesto de 49.000.000 de pesetas y Casa Erviti que me desplacé yo a San Sebastián y me dieron un presupuesto de 29.000.000 de pesetas con las mismas marcas y los mismos modelos, por lo que los compramos a Erviti. Garijo montó en cólera y nos acusó de comprarle a Erviti que, según ellos, traían los instrumentos de Francia dada la proximidad, donde los impuestos eran más baratos y no cotizaban en España… (Real Musical finalmente no presentó ninguna oferta)

Los atriles se compraron a Rivera Mota en Valencia. Garijo ofertó los mismos del Auditorio Nacional a 45.000 pesetas cada uno y Rivera Mota otros más endebles desde luego, pero también de madera y que no estaban mal a 5.000 pesetas la unidad.

Para el piano Steinway gran cola (habíamos comprado otro piano media cola para orquesta Yamaha) pedimos también diversas ofertas pero vino a verme Isidoro Algarín, el dueño de Isidoro Pianos y me dijo a las claras que no podía consentir que el piano de la orquesta de Sevilla no se lo compráramos a él; que al mejor precio que nos dieran, él le bajaba 10.000 pesetas y además nos regalaba la banqueta y la funda, aunque perdiera dinero. Y así fue.

He aquí la tabla comparativa de las ofertas que recibimos:

Se compraron los subrayados en amarillo que eran el mejor precio. No obstante hubo algunas excepciones motivadas por el plazo de entrega que excedía de noviembre de 1990, y se escogieron las ofertas sombreadas en verde.

Los contrabajos. Recuerdos de JMDR. 

En aquellas fechas había un luthier en Málaga que se llamaba José Angel Chacón que tenía gran prestigio. Había trabajado en Cremona donde aprendió el oficio y sus instrumentos se cotizaban bien. Ante la posibilidad de que los contrabajistas no pudieran tener su instrumento en casa para estudiar y otro instrumento en la orquesta para los conciertos, decidimos mandar hacer los 8 contrabajos. Y pensé en Chacón que era lo mejor que había y además era andaluz, dato nada irrelevante dada la campaña que había sobre que todo lo traíamos del extranjero.

Yo hablé con Chacón, que se mostró muy interesado y se desplazó a Sevilla para hablar conmigo. Era junio, creo. El me dijo que podía hacerlo y se comprometió a hacer 6 de cuatro cuerdas y dos de cinco cuerdas. Ajustamos el precio (que no recuerdo) y le hicimos el encargo en firme. Los entregó en diciembre, en un camión de mudanzas en la Sala Apolo. Cuando llegaron los contrabajistas dijeron que eran muy malos y que preferían tocar con los suyos… a cambio de una gratificación por poner a disposición sus propios instrumentos. Yo me enteré después que en la construcción habían intervenido varias personas además de Chacón si no, no le habría dado tiempo de hacerlos (pero entre ellos un taxista de Málaga  que era aficionado) Sea como fuere, los contrabajos estuvieron muchísimo tiempo sin usarse y sólo se hacía en caso de emergencia. Finalmente se los transferimos a la Orquesta Joven de Andalucía.

LA SALA DE ENSAYOS Y LA DE CONCIERTOS

Sencillamente no había en activo en Sevilla ni una ni otra. El único teatro operativo era el Lope de Vega cuyo fin primordial era albergar una temporada de teatro dramático y las fechas de las representaciones entraban en conflicto con las de los conciertos de la Orquesta. Su ocupación para ensayos era absolutamente inviable.

Lo primero que intentamos encontrar era una sala de ensayos adecuada en dimensiones y acústica. JMDR, Federico del Real, arquitecto al servicio de la Consejería de Cultura, y yo visitamos multitud de locales a veces juntos y otras por separado: la ex iglesia de Santa Lucía, una nave en la Macarena, otra en Hytasa, la Maestranza de Artillería… O eran pequeñas, o muy destartaladas o precisaban de grandes obras. Además quedaba en el aire dónde se habrían de celebrar los conciertos.

Cine Apolo. Recuerdos JMDR. 

Un día Ricardo Guerle Herrera (amigo de muchos años y vecino de Santa Catalina) me dijo que conocía al dueño del Cine Apolo (entonces sin actividad) y que podría hablar con él. Le dije que hiciera la gestión y me dijo que don Roberto Prevedoni Jordá, el dueño, estaba dispuesto a hablar del tema. Fuimos a visitar el Apolo y aunque estaba hecho una cochambre, tenía muchas posibilidades. Las negociaciones las hizo FJSL, por lo que desconozco los pormenores. La obra de adaptación las hizo la empresa Construcciones SAGOD (SCOOP de Arahal, que gerenciaba el aparejador José Serrano Rodríguez), bajo proyecto y dirección facultativa del arquitecto Federico del Real.

Aun con la Sala Apolo sin terminar de acondicionar, se empezaron los ensayos y se dieron los primeros conciertos. Solo estaba disponible el patio de butacas: 600 localidades. Para los primeros conciertos no se habían terminado los aseos por lo que se alquilaron unos portátiles, ni calefacción por lo que se alquilaron unos quemadores que, desde el vestíbulo, inyectaban aire caliente al interior de la sala. El escenario tenía 14 x 9 metros, aunque las dos escaleras de acceso lo dejaban en 12 x 9. Los músicos, el director y los solistas se cambiaban en la planta superior del edificio en condiciones deplorables. Después bajaban todos hasta el vestíbulo de la calle Bustos Tavera y entraban en la sala por una puerta lateral, junto a los espectadores.

Más adelante, me dijo Ricardo Guerle que se alquilaba la nave paredaña a la Sala Apolo. También FJSL hizo las gestiones y se alquiló. Se comunicó con la Sala Apolo a nivel de escenario y se instalaron allí dos vestuarios con taquillas para los músicos, aire acondicionado, cabinas de estudio muy bien insonorizadas, otra cabina muy grande para percusión, un área de descanso, un camerino para director y otro para un solista, y un ascensor para la carga y descarga de instrumentos, eso en la planta baja. Y en una entreplanta se hizo una cabina para el piano Steinway y otra para el Arpa, la celesta etc. Y la puerta que comunicaba la nave con la sala.

En una segunda fase se arregló la planta alta de la Sala, llegando a tener 807 localidades, 100 más que el Lope de Vega.

Obras iniciales en el antiguo cine Apolo

LOS FRACS

Se solicitaron tres presupuestos y de entre ellos resultó el más económico el de Sastrería Trimber. Pero los músicos aún no estaban en Sevilla… La empresa de confección nos pasó un patrón con las medidas que necesitaba de cada persona a vestir y se les envió a cada uno de ellos a la residencia declarada. Sobre ellas se confeccionaron sin posibilidad de hacer pruebas ni arreglos. Otro conflicto se generaba porque los últimos músicos se seleccionaron en diciembre. A pesar de ello se tuvo que echar mano de aumentos de plantilla al no estar absolutamente completada. Para estos se encargaron unos uniformes de varias tallas para que les pudieran quedar bien a diversas personas de constituciones distintas. A pesar de esta buena voluntad, algunos músicos hicieron uso de unos fracs desproporcionados a sus figuras. Muchos de ellos fueron terminados de coser por costureras del Aljarafe. Los últimos se entregaron en las oficinas de Cerrajería dos horas antes del concierto inaugural. Y algunos vistieron chaqués…

IMAGEN CORPORATIVA

Como para casi todas las adquisiciones y encargos, se solicitaron varias ofertas a agencias de publicidad. No fue fácil la elección pues todas ellas tenían algo mejor y más original que las otras. Recuerdo que una de ellas proponía una campaña de Radio que incluía el lema “Este año te va a tocar”, o algo así, dada la cercanía del sorteo de la lotería de Navidad…

Finalmente nos decidimos por la presentada por EXPANSA, que dirigía Antonio Cascales Ramos. El logo, me contaron más adelante, lo habían diseñado al trazar en el aire, con una luminaria en una habitación a oscuras, las iniciales del nombre de la Orquesta “OSS”

ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL DE 1990

Los músicos rumanos llegaron a España en un avión de las fuerzas aéreas de Rumanía y hasta Sevilla en tren a la estación de Cádiz (San Bernardo).

Los rusos al aeropuerto de San Pablo el día 24. Venían acompañados de Marina, una intérprete y nuestra guía en Moscú, que les asistió durante algunos meses en nuestra ciudad y realizó trabajos de secretaría para JMDR. Digamos sobre esta expedición que el día 19 una carta desde Moscú nos anunciaba la llegada de diez instrumentistas, una intérprete, cuatro familiares (uno de ellos preescolar) y, ¡que nos disculpen!, dos perros. Finalmente llegaron solo siete músicos. Los dos perros no fallaron.

Ambos grupos, al igual que el resto de integrantes de la Orquesta, se iban presentando en la oficina de Cerrajería para exponernos sus particulares cuestiones. Todos los extra comunitarios habían recibido los contratos en su lugar de residencia, condición en muchos casos imprescindible para conseguir el visado de entrada en nuestro país. Otros lo formalizaron al llegar a Sevilla.

Los músicos rumanos: A. Tomescu, R. Georgescu, A. Mihalcea, B. Anca, L. Ciorata, L. Nancu, G. Dinca y P. Nancu

Los músicos rusos: E. Ozhogin, T. Bektemirova, I. Brovzina, A. Polianski, A. Gruzemberg, G. Genkina, (FJSL) y N. Natsvlishvili

Ya estamos casi todos. Solo queda que llegue Gigi y comiencen los ensayos.

Lo veremos en el siguiente capítulo.

1991. PRIMEROS PASOS II

 

Actualizado el 5 de febrero de 2024.

 

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